El mayor buscador de todos los tiempo nace en 1998 de la mano de dos estudiantes de doctorado en ciencias de la computación de la Universidad de Stanford. Tras su lanzamiento revolucionó el mundo en Internet convirtiéndose en 2007 en la mayor empresa a nivel mundial y a 2010 cuenta con más de 21.000 empleados y un capital de 36.000 millones de dolares.

El posicionamiento en buscadores está orientado desde hace 3 años principalmente a Google, debido a que consigue cuotas del más del 80% de las búsquedas en España, por eso que las labores de SEO se centren principalmente en él.

El símil del bibliotecario con Google se hace presente en nuestras vidas. Imaginemos un bibliotecario al que los libros no se los han ordenado, tiene todas sus estanterías vacías y una gran pila de libros en el centro de la sala, supongamos que desea ordenar los libros por “Matemáticas” por lo que ahora viene el trabajo duro de leerse todos los libros y juntar todos aquellos que hablen de matemáticas en la misma estantería. Encontrará unos muy bien documentados, que hablen de otros libros, otros que simplemente contarán las cosas muy por encima y otros que serán copia. Una vez los haya ordenado en la estantería por su criterio, cada vez que una persona vaya a pedirle un libro de “Matemáticas” le recomendará que empiece desde la primera fila de la estantería asociada a matemáticas.

A modo de resumen tenemos que pensar que los BOTS(Robots) como GoogleBot para Google o Slurp para Yahoo, abren nuestras webs en modo texto, rastrean nuestro contenido y en función de lo bien que esté nuestro texto, nos aportará mas valor de cara a futuras búsquedas en su índice.

El marketing tradicional con vallas y cartelería pasa a un segundo plano con la aparición de estas páginas, que mediante un script recorren nuestra código HTML y lo van clasificando. Hay que pensar en que la generación de la web 2.0 a marcado un antes y un después en las compras. Realizar una comparativa de coches antes de visitar un concesionario se realiza ahora en más del 82% de los casos, por lo que el comprador algunas veces conoce el producto incluso mejor que el propio vendedor, de modo que solo restaría negociar el precio final.