Según los estudios realizados, el motivo viene dado por la situación económica que atravesamos actualmente los españoles.
El ususario se vuelve más exigente y busca una mayor rentabilidad del gasto.
Dedica más tiempo a informarse y comparar para conseguir las mejores ofertas. De este modo, cambia sus hábitos de compra en beneficio del consumo por Internet.
En base a dicho estudio, las tiendas online cerrarán este año con cifras que rozán los 10.000 euros. Sin embargo, pese a tratarse de una cantidad muy alentadora no parece ser suficiente para compensar las pérdidas económicas del comercio tradicional.
Además de llevar a cabo estas declaraciones Manent aprovechó para presentar el Libro Blanco del Comercio Electrónico, creado con la intención de empujar a las pequeñas empresas a adentrarse en Internet para vender sus productos y marcas, puesto que el éxito está razonablemente garantizado.