Una de las finalidades que tenemos todos cuando creamos una web es que la experiencia del usuario sea la óptima para que el usuario que nos visita no sienta rechazo, ni se pierda porque no encuentre lo que busca y, en definitiva, abandone nuestra página.

La experiencia de usuario se puede trabajar desde distintos aspectos, de manera que el trabajo global de todos esos aspectos consiga esa experiencia que desea el usuario de nuestra página.

Sin embargo, hoy voy a centrarme en la mejora de la interfaz desde el punto de vista de la analítica web.

Una página muy visual y bonita pero que impida que el usuario encuentre lo que busca, será una página bonita, pero no será una buena página. El diseño y las primeras impresiones son  de gran importancia, pero no lo es todo. No obstante, la analítica puede ayudar a mejorar el diseño y que nuestra web sea un caso de éxito.

La analítica web nos permite conocer cómo usa el usuario nuestra web. Eso supone conocer en qué pasos la gente abandona nuestra página y qué busca y no encuentra fácilmente el usuario.

También nos puede ser de gran utilidad para saber, por ejemplo, que una sección de nuestra web no resulta suficientemente fácil de encontrar.

Que el usuario encuentre lo que busca de forma fácil ayuda a no hacerle perder el tiempo innecesariamente y a que no le provoquemos rechazo. Si no consigue encontrar lo que está buscando, es muy probable que no nos vuelva a visitar.

Si en nuestra página disponemos de una tienda online, analizar la página nos puede ayudar a simplificar el proceso de compra, de manera que la gente no se pierda o se canse y nos abandone sin comprar.

En definitiva, en ese proceso global para conseguir una buena experiencia para el usuario, además de cuidar el diseño de la página, conocer el uso que hacen los usuarios de nuestro sitio será vital para producir cambios que reviertan en un mejor uso de nuestra web.