El IoT (Internet of Things) no es un término nuevo, apareció en 1999 y se define como la posibilidad de conexión a internet de los objetos de uso diario (por sí mismos o mediante la vinculación a otro dispositivo conectado a la red). Se ha popularizado recientemente debido a su asociación con otras tecnologías de reciente aparición como la inteligencia artificial, el Big Data o la realidad virtual.
El internet de las cosas ha revolucionado la manera en que nos relacionamos con los objetos que utilizamos en nuestro día a día. La gran transformación comenzó con el nacimiento de los smartphones, convirtiendo a nuestro teléfono en un ordenador de bolsillo, y ha continuado hasta la actualidad conectando a la red electrodomésticos, televisores, coches, alarmas, relojes, zapatillas y un largo etcétera de wereables o gadgets.
El número de dispositivos conectados a internet no ha parado de crecer en los últimos años y se espera que no deje de hacerlo en el futuro; actualmente hay unos 25 billones de objetos vinculados a la red y se espera que en el próximo lustro esa cifra se triplique hasta alcanzar los 75 mil millones aproximadamente. La cantidad de información que se deriva del uso de estos artefactos es ingente, se encuentra aquí la principal relación entre el IoT y el marketing online, en la importancia que tienen estos datos para iniciar campañas personalizadas en función de la información recibida de los consumidores.
¿Cómo controlamos toda la información generada?
Este análisis se lleva a cabo con el Big Data que, a través de un algoritmo, ordena toda la información recopilada para encontrar patrones útiles. Una vez filtrada y analizada toda la información es cuando entra en juego la Inteligencia Artificial que realiza un aprendizaje en función del feedback recibido.
Por ejemplo, si un smartwatch registra que un runner sale a correr a determinada hora del día, el IoT del reloj se encarga de recopilar la información personal del usuario, el big data filtra y ordena toda esta información con la que la Inteligencia Artificial realiza un aprendizaje individualizado con el que servir posteriormente a los propósitos del marketing digital, el cual idea una estrategia personal para cada consumidor en función de sus gustos, horarios, estilo de vida y otros muchos aspectos. En este ejemplo concreto se utilizará esa franja horaria registrada por el dispositivo para hacerle llegar publicidad personalizada sobre productos relacionados con el mundo del running.
El Internet of Things, junto con otras herramientas, está contribuyendo a la automatización del mundo del marketing. Esta nueva tendencia trae consigo un gran número de beneficios entre los que se encuentran el incremento de la eficiencia y la reducción de costes y tiempo del personal, la posibilidad de llevar a cabo procesos de marketing más complejos y, por último, proporciona un control superior de las acciones de marketing y del posterior seguimiento de su impacto. El IoT ha llegado para quedarse y debemos acostumbrarnos a que, en un futuro cercano, todos nuestros objetos cotidianos estarán conectados a la red proporcionando información sobre nosotros las 24 horas del día.