El porcentaje de la tasa de rebote consiste en el número de usuarios de cada 100 ha entrado en nuestra web ha visto una solo página y se ha ido sin interactuar con nosotros, es decir no haciendo ningún clic que le lleve a visitar una segunda página.

Según Avinash, “un rebote se produce cuando un usuario llega a tu página web, ve lo que hay, no le gusta, vomita y se va”.

¿Qué ocurre en un blog? Llevamos al usuario a la página que nos interesa a través de algún canal, lee el post y se va, y por lo tanto esta visita se suma al porcentaje de rebote.

Lo que tenemos que tener en cuenta es si nuestro objetivo era que el usuario leyese ese post o que interactuase con nuestro blog llevándole a ver otros posts.

Si nos vamos al apartado de contenido de nuestro blog en Google Analytics, podemos ver qué porcentaje de rebote ha generado cada página. Al ver los resultados podríamos alarmarnos, ¡hasta un 96,07% de rebote! Para no hacerlo, tenemos que ver el promedio de tiempo que pasa cada usuario en la página, de esta forma comprobaremos que a pesar de tener tasas tan altas de rebote pueden permanecer en la página hasta 5 minutos, tiempo más que suficiente para leer nuestro post.

En cambio si observamos aquellas páginas más generales observamos que el porcentaje de rebote es menor.

Un evento que en el momento en el que el usuario permaneciera más de 2 minutos en la página se contase como visita y ya no se sumase al porcentaje de rebote nos ayudaría a reducir esté número. Pero lo que nos tenemos que plantear es si estamos cumpliendo nuestro objetivo, que lean en el post, en este caso debemos fijarnos en el tiempo medio de estancia en la página o que gracias a un post naveguen por otros internos del blog.