Dentro de las muchas acciones que cualquier empresa debe realizar, especialmente aquellas que tengan presencia en Internet es una auditoría visual de marca, algo muy necesario por varias razones que iremos conociendo en esta entrada y que algunas de ellas están relacionadas directamente con el marketing online.

Uno de los principales objetivos que tiene realizar una auditoría visual de marca es conocer cuál es la situación real de nuestra marca de cara a los clientes y clientes potenciales. Asimismo podemos saber si todo el trabajo que hemos hecho orientado al posicionamiento de cara a nuestros competidores ha sido fructífero o no, lo que nos permitirá rectificar en caso de que la respuesta sea negativa.

La imagen de marca es algo indispensable para el mundo del marketing porque en Internet, así como en muchas otras plataformas, se estila y se valora muchísimo el lenguaje visual, algo que hay que cuidar desde el primer momento. Si hablamos de la imagen visual de marca no podemos olvidarnos de cuatro puntos de gran importancia, comenzando por la imagen pública, la financiera, comercial e interna, todos ellos puntos clave de cara a un mejor marketing.

Por ejemplo, un paso importante que hay que hacer en una auditoría visual de marca es estudiar en profundidad la evolución histórica de muchos aspectos tan importantes como la propia marca, su logotipo, los colores utilizados y el nombre. Asimismo hay que hacer una exhaustiva evaluación de la identidad de todos los elementos que forman parte del trabajo y comunicación diaria.

Asimismo hay que centrarse en la unificación de la marca gracias a algo tan importante como el libro de estilo o un manual de identidad corporativa. También hay que analizar la comunicación interna, la publicidad realizada en diferentes soportes y todo lo que tenga que ver con la web corporativa, el blog y también las redes sociales, algo cada vez más importante hoy en día.

No podemos olvidarnos de la personalización de la comunicación y todos los canales que tenemos disponibles para hacer llegar nuestro mensaje y nuestra presencia de una manera mucho más homogénea o asegurarnos al 100% de que la identidad corporativa que estamos proyectando responde a la perfección con la imagen que percibe cada usuario.

Siendo sinceros, se trata de un proceso tedioso pero gracias a él se consiguen resultados muy beneficiosos para poder mejorar la marca y la imagen de cara a los clientes, algo que no debemos descuidar bajo ningún concepto.