Si de algo se habló en la última mitad de 2012 fue del marketing de contenidos, y recién estrenado el nuevo año, todo apunta a que éste ha venido para quedarse y confirmarse como un pilar fundamental en la estrategia de cualquier empresa.
Estas acciones deben entenderse como un procedimiento por el cual tratamos que los textos, videos, podcast, etc. generados ayuden a la consecución de las metas generales de nuestra compañía.
La situación actual del content marketing en España muestra que el 40% de las empresas no aplica ninguna estrategia de generación de contenido, y del 60% que sí lo hace, tan sólo el 11% redacta contenido propio y original, tan valorado por Google y, sobre todo, por los usuarios. Un significativo 62% de ellos aprecia como útil y relevante dicha información, por lo que este sector se perfila como una acción muy a tener en cuenta.
Tras la lluvia de datos y porcentajes, cabe plantearse. ¿En qué me ayudará una estrategia de contenidos adecuada?
En primer lugar, al publicar información de interés y utilidad para un determinado público objetivo, que debe corresponderse con el target de nuestra compañía, puede surgir una relación a largo plazo, la tan deseada fidelización del cliente.
En segundo lugar, es una ocasión para que tu empresa pase de ser un mero “prestador de bienes y/o servicios”, a constituirse como una fuente de información valorada por los navegantes y clientes que buscan novedades y tendencias de un sector concreto.
Y por último, ayuda a humanizar la marca, favoreciendo la comunicación horizontal (de tú a tú). Teniendo a una persona que comunique, responda, participe y atienda a su audiencia, el usuario percibirá que ya no trata con un “ente”, sino con un ser humano que establece relación con él/ella en igualdad de condiciones.
Para alcanzar estos tres objetivos, que se traducirán en ventas, reputación y estabilidad, debemos ir pensando qué queremos ofrecer y transmitir a nuestros clientes, qué información de valor añadido podemos hacerle llegar, cómo vamos a generarla y, por supuesto, qué costes se derivarán y qué beneficio vamos a obtener.